Esto viene a cuento a propósito de la actitud generalizada en
ciertos medios sociales de nuestra formación social -muy a pesar de vivir los
inicios del III milenio de n. e. -, según la cual, instados por la
seguridad que otorga el sentimiento de aceptación de los demás, no son pocos
los que simulan sus gustos y opciones de conciencia plegándose a las mayorías
para eludir las dificultades de entrar en confrontación, de explicitar sus
diferencias o arriesgar un veto social, ser censurados.
Se de amigos y colegas, que creyéndose de avanzada, se ahorran
incomodidades imitando conductas dominantes; y eso de la identidad personal en
cuanto a principios y opciones filosóficas, se deja reservado al ámbito
privado. Un reducto que ha de tenerse por inescrutable. Algo vergonzoso.
Claro!, y ninguna falsedad es buena. Ese es el peor de los
fraudes. Quien incurre en él, es prototipo de impostor. Siempre se las
juegan con el cálculo presidiendo sus actos. Terminan convencidos que son unos
diestros en el “arte” de torear a sus conciudadanos.
Entre sus presupuestos, debe descollar aquello de “ser vivo
entre los vivos.” La cédula de ciudadanía de estos ejemplares es: Aparentar,
siempre aparentar. Y cuando las circunstancias lo demanden diluirse en la
masa y caer en asonada contra quienes discrepen del patrón social dominante. Y
si es preciso linchar a alguien, se lincha! Ese es el tributo al dios del
foro, de la grey! Tras del cual está el leviatán, el poder establecido.
Estos bichos no por peligrosos, deben ser abordados como a
cualquier ciudadano, es decir, en el marco del sistema legal vigente (Estado
social de derecho). Nunca
emulando con las armas de las que se sirven y a las que sirven. Y a ellos
se les debe ofrecer oportunidades para ser re-educados. Empresa nada fácil,
pero sí posible.
Como fácil sí es, desde la ignorancia, y el fanatismo,
considerar que ser ateo es cosa de diablos. Y no de personas estructuradas de
pensamiento.
Y es que construirse filosóficamente ateo, es forjarse en la
contra-corriente. Participar de debates exigentes y, leer como sólo lo
hacen los dioses!
El azar, la ciencia, en su diversidad, que no cesa de
investigar, la reflexión consecuente teniendo referentes de elevada complejidad
y, el arte, en el contexto de esta vida, he ahí el escenario por el
que trasega quien opta por el ateísmo.
Esa alternativa, no es la que está de primera mano. No es lo
fácil. No es lo que se ofrece en el día a día. Toda indica, no obstante
los equívocos del ateísmo en política, que esta postura filosófica como
el agnosticismo es la que más se asimila al humanismo. Confianza en la
propia racionalidad, autonomía personal e independencia, en una relación
inter-dependiente. El más libre entre los horizontes. Comprensión del mundo
para movernos en el mundo.
Contradiciendo el decir del común, son precisamente quienes se
declaran de “mejor madre”, militantes de las ideas y el partido de dios
-incluso jerarquías de instituciones-, quienes más incurren en eventos
degradantes, abusadores de sus semejantes, idolatras del dinero y la
ostentación. Al tiempo que se exhiben excelsos jaculatorios, de día y
noche, paralelamente “pecan” (según sus propia dogmática) en materia grave, al
parecer sin ruborizarse.
Ramiro del Cristo Medina Pérez
Santiago de Tolú, marzo 26 - 2013